Reflecciones sobre la Colección de la Herencia Cubana en la Universidad de Miami, la “joya” de las colecciones Cubanas, por Esperanza Bravo de Varona, profesora emérita y ex directora de la CHC.
Yo soy Esperanza Bravo de Varona y siempre he creído que la fundación de las bibliotecas universitarias comienzan juntas con la institución. Así nació la biblioteca de la Universidad Panamericana fundada en 1926 que más tarde se llamó la Universidad de Miami.
Como bibliotecaria puedo afirmar que los archivos y las bibliotecas forman la piedra angular de la historia y la cultura universal. La idea de sus fundadores era tener una universidad para las dos Américas con estudiantes norteamericanos y latinoamericanos.
En mayo de 1998 la Universidad de Miami y la administración establecieron la Cuban Heritage Collection (CHC) como un nuevo departamento de de la Biblioteca Otto G. Richter. Dos bibliotecarias de la facultad fueron nombradas: yo fui escogida como directora de CHC, y Lesbia Orta Varona como referencista y bibliógrafa. Este nuevo departamento incluía todo el material referente a Cuba que tenía la biblioteca: cerca de 45,000 libros, más de 1,400 publicaciones periódicas publicadas en Cuba y en el exilio, aproximadamente 250 pies lineales de colecciones de manuscritos, mapas, carteles, tarjetas postales, fotografías y efímera.
Desde el principio, profesores cubanos pertenecieron a la facultad de la Universidad Panamericana y trajeron libros, publicaciones periódicas y documentos cubanos. Estos fueron los primeros fondos que enriquecieron la biblioteca de la nueva universidad.
Al fundarse la Biblioteca Otto G. Richter de la Universidad de Miami en la década de 1960, época en que el régimen castro-comunista tomó el poder en Cuba, comenzó el éxodo de los exiliados cubanos, entre los que se encontraban las bibliotecarias Rosa M. Abella y Ana Rosa Núñez que fueron contratadas por la biblioteca y comenzaron a adquirir todo lo producido en Cuba. Adquirieron todo desde el período de la conquista hasta nuestros días y también lo producido por el gobierno comunista y la diáspora cubana en los EE.UU y alrededor del mundo. Desde el 1960 en adelante la biblioteca contrató a varias exiliadas entre las que se encontraban Lesbia Orta Varona en 1966, Gladys Gómez Rossié en 1967 y yo en 1968.
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La Colección de la Herencia Cubana de la Universidad de Miami conserva sus tesoros y lleva a cabo sus programas en el Pabellón Roberto C. Goizueta, nombrado en honor del fallecido líder empresarial cubanoamericano. El Pabellón es un espacio de 10,000 pies cuadrados localizado en el segundo piso de la Biblioteca Otto G. Richter en la Universidad de Miami en Coral Gables.
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Para mí fue un orgullo pertenecer al elenco de bibliotecarias que fuimos dándole forma a lo que en el 1990 ya se conocía a nivel nacional e internacional como la Colección Cubana. Era necesario organizar todo este material en un mismo lugar. Para eso se necesitaban donaciones, y en 1994 se recibió la primera importante donación anónima para los archivos cubanos, que más tarde fue reconocida como la donación de Elena Díaz-Versón Amos.
En 1995 se fundó la asociación AMIGOS de la Colección Cubana para dar a conocer nuestra colección. El Comité Ejecutivo de la nueva asociación se formó con miembros importantes de la comunidad: Presidente Emérito de la Universidad de Miami Dr. Henry King Stanford, uno de los primeros directores de la asociación, y Elena Díaz-Versón Amos, graduada de la Universidad de Miami y presidenta de la Fundación John B. Amos.
Beatrice Skokan, presidente interina de la Cátedra Esperanza Bravo de Varona, analiza la importancia de una colección única y ayuda a descubrir elementos de la bóveda de CHC.
Al crearse la CHC, las instituciones culturales, fundaciones
y otras compañías gubernamentales y privadas nos dieron su
apoyo. Se comenzó la digitalización y organización
electrónica de nuestras colecciones, preservándolos y
dándoles acceso virtual alrededor del mundo.
Varias
donaciones recibidas en la década de 1990 ayudaron al
crecimiento del CHC. Estas incluyeron una del Instituto de Museos y Servicios
Bibliotecarios (IMLS) de Washington, de la Compañía
Xerox, de la Familia Fanjul, y la generosa donación de la Fundación Goizueta.
Con estas dos últimas donaciones y la recibida anteriormente
de Elena Díaz-Versón Amos, se fundó el Pabellón Roberto C.
Goizueta donde reside el CHC que cuenta con más de 10,000
pies cuadrados. Fue inaugurado el 28 de enero de 2003 y
lleva el nombre del empresario cubano que fuera presidente
de la Compañía Coca-Cola por más de quince años. El pabellón
tiene una apariencia netamente cubana y contiene un icónico
mural titulado Espejo de Paciencia del pintor
cubano-americano Humberto Calzada.
En el 2003 y 2007 se recibieron donaciones del Departamento Cultural del Miami-Dade County y del Departamento Cultural del Estado de la Florida. En el 2008 con la ayuda de miembros de los AMIGOS de la Colección Cubana se estableció el Proyecto Digital de Historia Oral Luis J. Botifoll para entrevistar a prominentes miembros de la comunidad. Hasta el presente esta colección cuenta con más de 100 entrevistas que incluyen videos, DVDs y transcripciones.
Una importante donación anónima se recibió en el 2005, para establecer en la CHC la Cátedra Esperanza Bravo de Varona (Esperanza Bravo de Varona Chair) como reconocimiento por mi labor como directora de la CHC. Ocupé la cátedra hasta mi retiro en el 2013 después de 45 años de trabajo.
En el 2009 se recibió una donación de la Fundación Goizueta para preservar, adquirir, catalogar, digitalizar y dar acceso a nuestros materiales y también para organizar algunos eventos junto con el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la Universidad de Miami (ICCAS).
Con esta donación se comenzaron dos programas importantes: el Programa de Becas de Investigación para Estudiantes Graduados, utilizando nuestros materiales para sus tesis de doctorado y el Programa de Becas para Estudiantes no Graduados que se estableció con la Escuela de Artes y Ciencias de la Universidad. Hasta el presente se han ofrecido 79 becas a estudiantes en los EE.UU. Para estos programas también han contribuido los AMIGOS de CHC, la Institución Educativa Ruston-Baker y otros donantes anónimos.
Nuestras colecciones han seguido creciendo, especialmente los libros y las colecciones de papeles personales y corporativos. Podemos citar el libro más antiguo en nuestra colección escrito en español antiguo por el Obispo Bartolomé de las Casas con el título: Aquí se contiene vna disputa, o controuersia, entre el Obispo do [n] fray Bartholome de las Casas o Casaus…y el doctor Gines de Sepulueda…Seuilla, 1552. Este fue un debate entre el Obispo las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda, historiador de la Corona Española.
En la colección de publicaciones periódicas publicadas en Cuba desde la colonia hasta el presente se encuetra: El Negrito. Número 1, marzo 28, 1821. [Habana] 1821. Una publicación periódica muy rara acerca de la esclavitud en Cuba durante la primera mitad del siglo XIX. Se publicó un solo número.
También de gran importancia es la Colección de Publicaciones Periódicas del Exilio Cubano que incluyen más de 1200 títulos los llamados “periodiquitos” publicados por cubanos exiliados y por cubano-americanos.
Entre nuestros archivos se encuentran las importantes colecciones de papeles, por ejemplo correspondencia, documentos originales y photos, personales y de asociaciones, instituciones y corporaciones. En esta colección tenemos hasta el presente 688 artículos entre las que se encuentran las de tres presidentes cubanos: Tomás Estrada Palma, Gerardo Machado y Morales y Fulgencio Batista y Zaldívar. También podemos citar la Colección de Lydia Cabrera, excelente fuente de información para el estudio de la santería, el sincretismo y cultura afro-cubana y la información del Centro de Refugiados Cubanos.
Desde mi retiro, la colección continúa un legado de progreso y escolaridad. En el 2015 la Fundación Goizueta auspició un regalo de $1 millón para expandir el Programa de Beca de Postgrado que lo instala permanentemente en el CHC. En el 2016 la Fundación Goizueta retó a la Universidad a recaudar $500,000 para respaldar la colección.
Después de asegurar estos fondos, la Fundación donó un $1 millón adicional para respaldar el crecimiento de las colecciones del CHC. También el CHC ha sido el anfitrión de la conferencia New Directions in Cuban Studies desde el 2014, una conferencia bienal nacional e interdisciplinaria para diseminar el trabajo de los estudiantes graduados y de nuevos estudiantes e investigadores y al mismo tiempo encuestar el estado de los estudios cubanos y cubano americanos.
Para mí siempre ha sido un gran honor haber encabezado la Colección de la Herencia Cubana (CHC) de la Biblioteca Otto G. Richter de la Universidad de Miami. Es una de las más completas colecciones de material cubano y del exilio que existen fuera de Cuba. Muchos de los investigadores, profesores y estudiantes que la han consultado la consideran la “joya” de las colecciones cubanas existentes alrededor del mundo.
- ESPERANZA BRAVO DE VARONA